Receta de Gelatina de tomate con orégano
La gelatina siempre consigue que cualquier ingrediente tenga una textura más interesante. Esta gelatina de tomate con orégano te va a encantar, toma nota.
Para acompañar un almuerzo o una cena, la gelatina de tomate con orégano es ideal. Es muy sencilla de preparar, con pocos pasos y unos cuantos ingredientes obtendremos una exquisita receta. Es una manera diferente y original de incluir el tomate en nuestras comidas. Le da un toque especial al plato que acompañe y a la mesa por su delicioso sabor y su llamativa apariencia. Es una receta que debemos probar. Si nuestra intención es impresionar a las personas que nos acompañen en la comida, esta gelatina definitivamente ayudará a lograrlo.
El tomate es una hortaliza que además de ser muy útil en la cocina posee múltiples nutrientes. La mayor parte de su composición es agua, por lo que es bajo en calorías. Posee vitaminas del grupo A, C y E conocidas como el trío antioxidante, favorecen al sistema inmune y evitan la degeneración de los tejidos. También contienen vitaminas B6, B1 y acido fólico.
La mayor parte de sus propiedades están relacionadas con su alto contenido de licopeno. Es el pigmento que le da su color rojo y que tiene efectos antioxidantes. El licopeno contribuye con el mantenimiento de la salud de los huesos. Además está recomendado para afecciones cardiacas, porque mejora en gran medida la flexibilidad de los vasos sanguíneos.
Ingredientes:
Cómo preparar gelatina de tomate con orégano:
- Cortamos la cebolla en trozos medianos.
- En el vaso de una batidora colocamos los tomates, la cebolla picada, el ajo, sal y pimienta al gusto. Batimos hasta que todos los ingredientes estén bien triturados. Luego agregamos el azúcar.
- En una olla añadimos la mezcla de la batidora y cocinamos durante 15 minutos, revolviendo constantemente para evitar que se pegue.
- Aparte, hidratamos la gelatina en agua bien fría durante 5 minutos.
- Pasados los 15 minutos de cocción de la mezcla incluimos el vinagre, el jugo de limón, la gelatina y el orégano. Dejamos calentar unos segundos a fuego lento y lo apagamos.
- Vaciamos la mezcla en unos moldes y metemos en la nevera. Dejamos enfriar durante 5 horas para que tome la consistencia deseada.
La gelatina de tomate con orégano es una receta impresionante y sumamente exquisita. Su preparación es muy sencilla, pero el acabado es increíble. Si te atreves a probarla en casa seguramente vas a sorprender a tus invitados.